Some years seem, for whatever reason, to develop their own character. It is, of course, merely how we come to label and later remember them, but that doesn't make those characteristics feel any less real at the time. Just a few from my lifetime, at least as I remember them:
The long, hot summer of 1976.
The bitter fury and division of the miners' strike in 1984.
Famine, and Live Aid, in 1985.
The Labour landslide of 1997, ending so many years of Tory government. Portillo's defeat speech and Paxman's "You can't even hold Hove!" (And more personally, the fight to keep my football club alive which came to a head that year.)
My father's death, and the startling wave of celebrity deaths, in 2016.
There will be others I've forgotten for now, and many people will have different views of the same year if something significant happened in their lives. But pretty much everybody is going to look back on 2020 with the same general view, I think. It's been shit by more or less any measure. About the only generally good thing I can recall from this year so far was that, in terms of the weather, we had a great summer. At least those people lucky enough to have some outdoor space were able to enjoy some sun while they were under quarantine at home.
The year's not over yet, of course. Somehow, from somewhere, I've dredged sufficient optimism to choose to believe that it may yet, in its final couple of months, have a parting gift for many of us. Tomorrow the United States goes to the polls (those millions who haven't already voted, at any rate) in an election that could yet gift us the chance to look back on at least one day of this wretched year and feel a warm glow.
They might, just might, chuck out that racist, misogynistic, egomaniacal, half-witted, climate-change denying, dictator-loving, pig-faced, divisive crook and replace him with... well, another old, white man. But at least a functioning adult, politically experienced, with a young, female, mixed-race running mate. Who'd become President in the event Biden's age catches up with him.
Gotta be honest, though. What I said about years having characters? The outcome that most fits with this year's character is that Trump wins again and we get four more years of that hateful see-you-next-Tuesday. Or it's close, and he drags it through the courts for months, adding a presidential vacuum to an already catastrophic response to the pandemic over there.
Come on, 2020. Just do us this one thing, eh? Please?
 | The traditional image of Old Father Time,
his work done, handing over contentedly to the youthful, following year. La imagen tradicional del Viejo Padre Tiempo, su trabajo hecho, entregando con satisfacción al año joven siguiente.
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|  | And 2020's version.
Y la versión 2020. |
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(Disculpa mi español!)
Algunos años parecen, por cualquier razón, desarrollar su propio carácter. Por supuesto, es simplemente como llegamos a etiquetarlas y luego recordarlas, pero eso no hace que esas características se sientan menos reales en ese momento. Sólo algunas de mi vida, al menos tal como las recuerdo:
El largo y caluroso verano de 1976.
La amarga furia y la división de la huelga de los mineros en 1984.
La hambruna, y Live Aid, en 1985.
La victoria de los laboristas en 1997, que puso fin a tantos años de gobierno tory. El discurso de la derrota de Portillo y el de Paxman "¡Ni siquiera puedes sostener el Hove!" (Y más personalmente, la lucha por mantener vivo mi club de fútbol que llegó a su fin ese año.)
La muerte de mi padre, y la sorprendente ola de muertes de celebridades, en 2016.
Habrá otras que he olvidado por ahora, y muchas personas tendrán diferentes puntos de vista sobre el mismo año si algo significativo sucedió en sus vidas. Pero casi todo el mundo va a mirar hacia atrás en 2020 con la misma visión general, creo. Ha sido una mierda más o menos en cualquier medida. Lo único bueno que recuerdo de este año hasta ahora es que, en términos de clima, tuvimos un gran verano. Al menos las personas que tuvieron la suerte de tener un espacio al aire libre pudieron disfrutar del sol mientras estaban en cuarentena en casa.
El año aún no ha terminado, por supuesto. De alguna manera, desde algún lugar, he sacado suficiente optimismo para elegir creer que aún puede, en sus últimos meses, tener un regalo de despedida para muchos de nosotros. Mañana los Estados Unidos van a las urnas (esos millones que aún no han votado, en cualquier caso) en una elección que podría darnos la oportunidad de mirar hacia atrás al menos un día de este desdichado año y sentir un cálido resplandor.
Podrían, simplemente podrían, echar a ese racista, misógino, ególatra, imbécil, negador del cambio climático, amante de los dictadores, cara de cerdo, ladrón divisivo y reemplazarlo por... bueno, otro viejo hombre blanco. Pero al menos un adulto funcional, con experiencia política, con una pareja joven, femenina y mestiza. Que se convertiría en Presidente en caso de que la edad de Biden lo alcance.
Tengo que ser honesto, sin embargo. Lo que dije acerca de los años teniendo personajes? El resultado que más encaja con el personaje de este año es que Trump gana de nuevo y tenemos cuatro años más de ese odioso hijo de puta. O está cerca, y lo arrastra por los tribunales durante meses, añadiendo un vacío presidencial a una ya catastrófica respuesta a la pandemia de allí.
Vamos, 2020. Sólo haznos una cosa, ¿eh? Por favor...
